CHISTES
CHISTES CORTOS
Entran 2 chicos al aula, y la maestra le dice a uno de ellos: Alumno, ¿por qué llegó tarde?
Es que estaba soñando que viajaba por todas partes, conocí tantos países, y me desperté un poco tarde.
¿Y usted, alumno?
¡Yo fui al aeropuerto a recibirlo!
Entra un nuevo profe al curso y se presenta:
Buenos días, mi nombre es Largo.
Dice Juancito:
No importa, tenemos tiempo
¿Sabes que mi hermano anda en bicicleta desde los cuatro años?
Mmm, ya debe estar lejos.
¡Mamá!, ¡mamá!, en el colegio me dicen: "jabón en polvo"
-No te preocupes, Ariel.
¡Mamá, mamá, en el colegio no saben decir mi nombre!
La mamá le responde:
¡Cállate Bonifacioestuladicolofeilo que no me dejas oír las noticias!
Mamá, mamita, ¡En la escuela dicen mis compañeros que soy un distraído de lo peor! ¿Verdad que no es cierto?
Niño, tu vives enfrente, no aquí.
Mamá, mamá en el colegio me dicen interesado.
¿Y quiénes fueron?
¡Si me das $5 te lo digo!
NO ES LO MISMO... Dolores de piernas que las piernas de Dolores.
No es lo mismo, me río en el baño que me baño en el río.
No es lo mismo, vivir en la calle del medio que vivir en medio de la calle.
No es lo mismo decir, golpea que te van a abrir la puerta, que abre la puerta que te van a golpear.
No es lo mismo decir todo lo que se piensa, que pensar todo lo que se dice.
No es lo mismo: Este puré de tomate que, tómate este puré
Una vez Nadie, Ninguno y Tonto, fueron a buscar agua a un pozo, Ninguno se cayó al pozo, Nadie se quedó a ayudarlo, y Tonto fue a ver al oficial y le dijo:
Mire, es que Ninguno se cayó y Nadie se quedó a ayudar. Entonces, el oficial le dijo:
¿Es usted, tonto o qué?
Y tonto le dice:
Sí oficial, ¿cómo adivinó?
Era una tía tan fea, tan fea, tan fea, que su marido se la llevaba al trabajo para no tener que darle un beso de despedida
Era un mes tan seco que las vacas de mi abuela dieron leche en polvo.
Era una vez un niño tan, pero tan feo, que cuando picaba cebolla, la cebolla era la que lloraba.
Era una vez un chico tan alto, tan alto, tan alto, que se comió un yogurt y cuando le llegó a la barriga ya estaba vencido.
Le dice el profesor a Juanito:
A ver Juanito, ¿qué te pasa si te corto una oreja?
Y le dice Juanito:
Me quedo medio sordo.
Y, ¿qué pasa si te corto la otra oreja?
Me quedo ciego.
Y el profesor asustado le dice a Juanito:
¿Por qué?
Y contesta Juanito:
Porque se me caerían los lentes.
0 comentarios