Victoria Vanucci devolvió su vehículo
En la antigüedad, las reinas llegaban a sus castillos en soberbios carruajes que eran admirados por todo el pueblo y, aunque ya han pasado muchos años, algunas costumbres se mantienen vigentes. Por eso, como regalo de Navidad, Cristian “el Ogro” Fabbiani (25) le obsequió a su esposa, Victoria Vanucci (26), una costosísima camioneta Hummer. La idea era que ella, quien lejos de ser Fiona es una de las mujeres más deseadas del país, pudiera viajar del teatro a su castillo en Villa Carlos Paz, Córdoba, como una verdadera princesa de la post-modernidad. Es que el matrimonio no sólo tenía uno de los vehículos más controvertidos de los últimos años, sino que además, alquiló una gigantesca mansión en la ciudad mediterránea, donde Victoria se luce en la obra teatral “Living la viuda loca”.
“La Hummer fue un regalo que le hizo Cristian al matrimonio, a nuestra pareja, y era para los dos.
Pero surgieron tantos comentarios por la camioneta, que para no tener problemas y también por razones de seguridad, decidimos cambiarla. Ahora volví al BMW que tenía de antes, y a un Audi A 3, con los que aunque parezca increíble, pasamos más desapercibidos... Prefiero mi matrimonio a la Hummer”, le contó a CARAS la modelo de la agencia de Leandro Rud.
Instalados en Córdoba desde diciembre de 2009, el matrimonio vive sus últimos días de convivencia, ya que dentro de un mes, el ex delantero de River comenzará la pre-temporada con su nuevo club. Lejos de los rumores de crisis y ruptura, Vicky confiesa que están atravesando un gran momento conyugal: “Con mi marido estamos mejor que nunca. Soy una privilegiada de poder estar con él durante casi toda la temporada de verano. Todas las noches me lleva y me va a buscar al teatro. ¿Cómo vamos a estar mal? La realidad es que, como siempre, seguimos codo a codo”.
Amante de la tranquilidad hogareña, Vitoria y Cristian aprovechan todas las comodidades de su mansión. El inmueble tiene uno de los terrenos más grandes de la Villa, una pileta gigante, un jardín repleto de reposeras, dos parrillas, dos cocinas, cinco cocheras, seis habitaciones, quincho, casa de huéspedes, dos livings, pool, ping-pong y muchas comodidades más y entretenimientos. “Nunca imaginamos que iba a ser como un castillo. Para nosotros, que no somos de salir de noche, es la casa ideal para disfrutarla de día”, aseguró Vicky, quien ya no guarda más en su estacionamiento a su “carruaje” post-moderno, pero está feliz junto a su amado príncipe.
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