Tinelli, anfitrión de sus hijos en el Este

Como si fuera Alfio “Coco” Basile, Alejandro Gravier le grita a su hijo Balthazar (11), desde un costado de la cancha: “Tocá y andá ‘Baltha´”. Al mismo tiempo, Nicolás Repetto le ordena al pequeño Francisco (7): “A marcar”. Con la herencia aguerrida de su padre, “Fran” cruza al habilidoso Gravier, aunque sin mucha suerte. “Baltha” sigue su camino al arco, hasta que llega la indicación motivadora de Ricky Djapic: “El que la pierde a defender”.

Es entonces cuando el hijo de Gianfranco Macri, Nicolás (descalzo, sin remera y con un short de Boca, como indica la tradición familiar) lee la directiva a la perfección y, con sangre italiana, le quita la pelota al hijo mayor de Valeria Mazza. Por la derecha y, casi en la misma posición en la que juega su padre, Francisco “Tiki” Tinelli (espigado y moreno, como su papá) recibe la descarga y se proyecta con estilo, hasta que se topa con la marca incesante de Franco, el hijo crack de Hernán de Laurente:

“Es habilidoso, tiene huevo y es inteligente. Definitivamente, no salió al padre”, bromea Hernán, que sigue cada una de las jugadas, junto al dueño de casa, Marcelo Tinelli (49). Es la primera vez que MT abre la cancha de fútbol de su chacra marítima para que “sólo jueguen los chicos”. Y el “Fútbol Kids” sorprende por la entrega y el talento de algunos pequeños, con serias aspiraciones para jugar en mayores.

En diez años luego de pasar su primera Navidad como soltero, Tinelli recibió a sus cuatro hijos en su chacra marítima Guanahani: Micaela, Candelaria, Francisco y Juana. Con ellos festejó el Año Nuevo, en un íntimo brindis, y con un show de fuegos artificiales que cubrió toda la extensión de playa que da al frente de su residencia. En sus días en el Este, el dueño de Ideas del Sur encontró el timing para matizar su papel de padre con el de soltero.

Además de hacer playa con sus hijas mayores (en sunga y exhibiendo sus tattoos religiosos) y de organizar un partido de fútbol para Francisquito h, Tinelli también tuvo tiempo para sus escapadas nocturnas a la disco Tequila. Habilidades de padre soltero, que aprendió a jugar en dos frentes, sin ninguna dificultad.